SEGUNDA VUELTA: EL DESENLACE FINAL

Veo unas elecciones muy difíciles para los dos candidatos finalistas.  Generalmente en estas etapas  la conducta humana casi siempre tiende a  repetir su comportamiento de voto. Partiendo de esto, lo que se esperaría con pequeñas excepciones es que Lenín Moreno tenga como base el 39% que acumuló en primera vuelta, y Guillermo Lasso su 28%.  La suma de ambos es del 67%, por lo que a primera vista estaría en juego es sólo el 33% de personas, que no votaron ni por el uno ni por el otro.

Nadie puede asegurar ¿qué  postura tomarán los votantes de los candidatos que quedaron al margen? Porque el voto no necesariamente es endosable, hemos visto muchos casos donde el apoyo de un líder político no necesariamente se ve reflejado en el comportamiento del voto popular; sin embargo si rescato que hay inclinaciones muy marcadas por una posición u otra.

Un comportamiento repetitivo del ecuatoriano es el positivismo, para aquellos que son oposición creen de manera incorrecta, que estas elecciones van a ser muy holgadas, donde casi está dicho quién va a votar por la oposición y quien por el oficialismo.  A esta la llamo la visión triunfalista. Pero no es así, el proceso de voto, como decíamos en entregas anteriores, es más complejo de lo que uno cree.

También hay una creencia del oficialismo, que está motivada por un análisis numérico.Y es que todos sabemos que un candidato para ganar las elecciones debe llegar al 51% para ser mayoría. Bajo esa visión, al tener Lenín  39%, sólo necesitaría 12 puntos más, en cambio Guillermo Lasso debería captar 23 puntos más en prácticamente 40 días, cosa que no es fácil. Pero también este análisis tiene inexactitudes.

Por último existe una visión más estratégica de interpretar los resultados,  que a mi parecer muestra la radiografía real de lo que puede llegar a pasar,  porque utiliza variables numéricas y estratégicas a la vez.   Este análisis explica que Lasso está ligeramente más cerca de alcanzar ese ansiado 51%, porque tiene mayor acceso a dialogar con otros candidatos y partidos, que no entraron a segunda vuelta.
Bajo esa premisa, si Lasso le sumas las probables posturas de Cynthia Viteri, Dalo Bucaram, Zuquilanda y Pesantez llegaría a tener el 50,71%, mientras que a Lenín sólo le puedes sumar con seguridad el 3,18% de Espinel, lo cual lo colocaría en un 42,51%.
Eso le daría de entrada a Lasso una ventaja natural de 8 puntos.  Pero en este cálculo existe una gran incógnita, ¿cuál será la conducta de voto de los partidarios de Paco Moncayo que representan el 6,78%? La postura que ellos tomen terminarán decidiendo si estas elecciones son muy reñidas al borde de ser un empate técnico o hay una ventaja de podría terminar hasta en 6% entre uno y otro. Son una gran incógnita, porque ideológicamente están más cercanos a Alianza País, pero a la vez muy distanciados de Rafael Correa. En caso de que todos los votos de Paco Moncayo vayan a Lenín Moreno, veo que este llegaría a alcanzar un 49,29%. Pero en definitivas, estas son sólo aproximaciones, todo dependerá: ¿de cómo ambos candidatos reinventen sus campañas? y la habilidad que tengan para manejar aquellas situaciones externas que nunca faltan en esta etapa de elecciones. Preveo unas elecciones muy reñidas.